Nuestro primer viaje del año fue a fines de febrero, donde llevamos mochis completas de útiles nuevos para los chicos de las escuelas N 116, N 131 y de su aula satélite en las comunidades Ivoty Okará y Mainomby, en Bonpland y de la escuela Padre José Marx en la comunidad Guaporaity en Hipólito Irigoyen.

Como en todo el país, a una semana de comenzadas las clases empezó la cuarentena.

Nuestro gran desafío fue como seguir acompañando a nuestras familias a la distancia, con serias dificultades para conseguir transporte y financiamiento.

Nos rearmamos y pudimos seguir adelante con el comedor comunitario para mas de 120 chicos y sus familias en las aldeas de Bonpland y reforzamos los alimentos con envíos desde Buenos Aires para ellos y para las 20 familias que viven en la comunidad Guaporaity, en Hipólito Irigoyen.

Además implementamos el programa de acompañamiento nutricional para niños de bajo peso entre 0 y 6 años.

Con la llegada del frío llevamos adelante nuestra campaña #Abrigaditos y cada uno de de los chicos recibió una frazada para pasar mejor el invierno.

En un año particularmente duro para ellos, no quisimos dejar de sacarles una sonrisa, y nuestros padrinos y madrinas se sumaron para poder festejar a la distancia el día del niño y cada uno de ellos recibió un regalo en su día.

Soñábamos con viajar, pero fue imposible, ya que la prioridad es cuidarlos. Pero igual estuvimos cerca.

A fin de año, nuestra campaña Navidemos llegó a estas comunidades.
Hasta allí enviamos las cajas navideñas súper completas y los regalos de Papá Noel con la esperanza de dejar atrás el año más difícil de nuestras vidas.

Un año que nos paralizó pero que también generó una ola solidaria que llegó a mucha gente. Nada de todo este trabajo hubiera sido posible sin nuestros seguidores y las maestras y referentes de las comunidades que estuvieron pendientes de cada detalle para que la ayuda llegue como y cuando se necesita.

#poquitoesmucho